Recordaba yo los pequeños altares, casas de estatuillas de dioses con flores e incienso, que encontré escondidos en paredes sucias, en recobecos de los soportales de la plaza central de Delhi (Connaught Place) entre cables de electricidad. Entre toda esa mugre, suciedad de los coches, barullo de la gente, calor asfixiante, encontrar estos pequeños santuarios era como hallar un tesoro. Qué cosa más preciosa.
Y revisé las fotos del viaje y encontré. Ahora que estoy diseñando y creando el altar de India pienso que estaría bien incorporar algunos de estos elementos como las flores y el incienso. El altar de India forma parte de la representación de mi historia. We met in India, (Nos conocimos en India) es un título posible.
Quiero representar mi historia de ausencia, la de una relación a distancia, a través de tres altares. Habría dos principales, (uno de Daire y otro mio) cada uno dedicado al ausente, desde el punto de vista del que echa de menos. Y el tercer altar sería el de India, que completa la historia con un homenaje al país y al viaje donde nos conocimos Daire y yo.
