Este altar cuenta la historia de una ausencia escrita por una amiga. Ella habla de la ausencia y se refiere a este sentimiento haciendo muchas referencias al cuerpo, como si estuviese allí arraigada. La frase de la que partí para conformar este altar fue "Todos las relaciones tienen parcelas en nuestro inerior y las necesitamos, vivir sin alguna supone estar cojo, manco, o aunque sea, sufrir un ligero corte en un dedo, según la intensidad de los lazos que nos unan." Esta idea me pareció muy bonita y son esas parcelas, compartimentos internos los que he querido representar. Es un altar que esta vivo, es carne, es por dentro.
Estos huecos están llenos con partes del cuerpo, 'objetos corporales' que son trozos de muñecos y fragmentos de un molde de escayola de una mano. Me gusta la idea de fragmentos de cuerpo como objetos en una estanteria, como cosas nuestras que guardamos. Sin embargo me parece que queda un resultado de aspecto macabro... por lo que jugaré con telas y transparencias para usar un lenguaje más delicado y sugerente.
La puerta que cierra este altar es la piel, un encaje restaurado, con algunas heridas, cicatrices, remiendos, parches, curas... Metáforas que también encontré en la historia.
En un principio pensé en mostrar toda la historia escrita en distintas partes del altar, cosidas las palabras, pero además de ser mucho trabajo y no tener mucha habilidad con la costura, me pareció que quedaría demasiado redundante, todo demasiado obvio. Por lo que he decidido incluir el texto en un papel enrollado y cuidadosamente guardado dentro.