(Fotografía de finales del siglo XIX, el edificio antes de restaurarse e inaugurarse como residencia era una fábrica de harina.) Durante estas vacaciones de Semana Santa he ido varios días a la residencia de mi abuela, La Aurora, que está en Navalcarnero, para hablar con la gente mayor de sus recuerdos y así quizás encontrar historias de ausencias. Con la ayuda de Petri, que un día reunió a varios residentes en la biblioteca para que yo les contara mi proyecto. Ha sido principalmente a partir de los recuerdos publicados en el periódico de la residencia, El Atajillo, que me permitieron acceder a sus vidas personales, y haciéndoles retratos con mi cámara de fotos.
Paralelamente estoy construyendo junto con mi abuela una historia de ausencia, la de mi abuelo, que murió en 1996.
Una de las historias que más llamó mi atención fue la siguiente:
"Mi marido y yo tuvimos dos hijos; mi hija tiene cuatro hijos, mi hijo tiene dos hijos, tengo seis nietos, de los seis nietos tengo (diez) bisnietos, de distintas edades. La mayor 21 años, el siguiente 20 años, otro de 19, otro de 13, los demás con 5 y el más pequeño con 3 añitos, este es muy gracioso, me pregunta un día: ¿Dónde está el yayo? (que así llamaban a mi marido), su madre le contesta, está en el cielo, el niño sale a la terraza, mira al cielo, y entra diciendo que no lo ve. (...)" C. R.
(El Atajillo, Nº48, primavera 2009)
