Jan Sanduek trata el tema del paso del tiempo a través de la fotografía. Cómo una imagen fotográfica capta un momento fugaz y pervive al tiempo y siempre llegará a ser el retrato de una ausencia, sobrevivirá al sujeto que retrata. Tiene varias series en donde el sujeto es retratado una primera vez y después muchos años más tarde. En David, (1969) y David (1982) se puede ver al niño y después como adulto, con dibujos infantiles en la pared de fondo. En Mi Madre (1979) aparece su madre, ya muy mayor, con una foto de cuando era joven. Al comparar la persona de antes y la de después, gracias a la técnica fotográfica conviven a la vez lo que casi parecen dos personas distintas, o más bien dos sujetos diferentes: el niño y el adulto, el joven y el anciano. La etapa en que vivimos nuestras vidas marca parte de nuestra identidad, pues no es lo mismo ser niño que ser anciano...¿Podemos hablar entonces de ausencias?